El grupo desembarcará este año en Colombia y estudia su entrada en el mercado brasileño

MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

El grupo Bergé distribuirá en el mercado español cuatro marcas chinas de automóviles --BYD, Chery, MG y Geely-- en virtud de los acuerdos suscritos entre la empresa y las cuatro firmas asiáticas, anunció hoy el consejero delegado de Bergé Automoción, Jorge Navea, en un encuentro con los medios.

Navea recordó que BYD ya ha comenzado a entregar los primeros coches eléctricos en España, mientras que para el próximo año Bergé ha realizado mil pedidos. Por su parte, MG llegará al mercado español en 2011, "previsiblemente" en el tercer trimestre del año, y posteriormente el grupo traerá las marcas Geely (compradora de Volvo) y Chery.

Por su parte, el consejero delegado del grupo Bergé & Cia, Fernando D'Ornellas, subrayó que China pasa a ser "un tema muy importante para la estrategia del grupo", y añadió que "Latinoamérica ya lo es". "En los ochenta trajimos a los japoneses, en los noventa a los coreanos y ahora a los chinos", declaró.

OBJETIVOS: COLOMBIA Y BRASIL.

En este sentido, Jorge Navea avanzó que Bergé tiene previsto desembarcar en el mercado automovilístico de Colombia este mismo año, y se plantea la entrada en Brasil, si bien en este caso el plazo será algo superior.

De esta forma, Bergé consolida su apuesta por el mercado Latinoamericano tras los buenos resultados obtenidos en países como Perú, donde la empresa prevé comercializar este año en torno a 14.000 vehículos, 12.000 de ellos correspondientes a la firma Kia.

60.000 COCHES EN 2010.

Estas previsiones se enmarcan en la estrategia de internacionalización del grupo Bergé que, según los datos facilitados por Navea, espera alcanzar este año unas ventas de 60.000 vehículos en los países en los que opera, de las que 45.000 corresponderán a Latinoamérica.

Bergé, que ha abandonado recientemente la distribución de Isuzu en España, prevé asimismo afianzar sus relaciones con Fiat, marca que el grupo distribuye en Portugal entre otros países, y confía en que el comprador de la surcoreana Ssangyong, por la que pujan entre otros Renault o la india Mahindra, sea un fabricante de automóviles, mejor que una firma de inversión.